Los pensamientos y el elemento aire
Los cuatro elementos aire, fuego, agua y tierra han sido considerados como las grandes energías creadoras de la naturaleza. Cada uno de ellos aporta una cualidad diferente a la vida.
El aire como el elemento de pensamiento, inteligencia y creatividad, es la energía de nuestra mente y el punto de partida de nuestras acciones y o el precursor de una materialización. Por ello la importancia de trabajar con él para tenerlo a nuestro favor.
El pensamiento es un elemento sutil y delicado al que a menudo confundimos con nuestra propia identidad. Creemos que somos lo que pensamos y esto significa que si nuestros pensamientos creen en la enfermedad nosotros enfermaremos, que si mis pensamientos sienten como verdad una noticia, esa noticia será verdad para mí, que sí creo que la solución que dicen otros es la única, entonces indiscutiblemente lo será. Y los pensamientos muchas veces no vienen de nosotros mismos, sino de otras personas. Permitir que ciertos pensamientos echen raíces en nosotros pueden debilitarnos.
De ahí la importancia de identificar esos pensamientos y utilizar las visualizaciones como herramienta para conectar con el amor y que nuestro temor inicial se torne en valentía, alegría, paz, armonía y unión con los demás.
Con las visualizaciones utilizamos las palabras, los sonidos, los aromas… todos son transportados por el aire. El sentido del oído transporta esta información a nuestro cerebro más arcaico y ancestral, generando fuertes emociones e inspiración con determinados sonidos o aromas. Una melodía, un ritmo, el olor de nuestra comida favorita o el aroma de unas flores. Todas esas sensaciones potencian la creatividad y la inspiración en nuestro ser.
Si nos permitimos generar en nuestra mente la predisposición a potenciar y trabajar con las visualizaciones y la creatividad, nuestra vida será más amable.
Si lo creemos lo creamos.